El hombre de la cresta negra

Día de la primavera, llovió sin parar. A las 18 hs. tengo que estar en el Estadio Malvinas Argentinas, prueba d sonido Almafuerte. "Entra por el portón negro, por donde entran los músicos", me dice un señor de seguridad, después de esperar que me autorizaran la entrada al estadio.

Llego a la parte de atrás del escenario. Se abre la puerta de uno de los camarines, sale el hombre de la cresta negra, me mira...sonrie. "Parece estar d buen humor, suerte!", pienso. Con su cresta negra, encorvado, enlutado...con la vida a cuestas pasa al lado mio. Salta al escenario. Se escucha el potente vozarrón del hombre de la cresta. 

Sale del escenario, atraviesa el telón negro. Vuelve a sonreír, con una mueca torcida, dura...como un payaso triste. Sus zapatillas de cuero negras están gastadas, la suela deformada por la pisada, tienen tierra. Me dice: "no tengo la ropa adecuada". El vaso de plástico cuelga de su mano. Hace mucho frío, el baterista le pega y le pega al bombo. Es como una patada en el corazón. Mientras el hombre de la 
cresta negra nos revolotea. Todavía no tiene ganas de hacer la nota. A cada pegada en el parche del baterista, el hombre de la cresta parece lanzarme una mirada. Tiene una mirada fuerte, vidriosa, fría...

Salto una fase, se corto la luz. La prueba de sonido vuelve a empezar. El hombre de la cresta vuelve a saltar al escenario, como un niño que sale a jugar en la plaza. Y de pronto, esa voz erosionada por el cigarrillo y el alcohol, al borde de escupir las entrañas. Un monstruo con piel de cordero. El manager nos da la señal de que todo esta ok, en minutos empezaremos a hacer las fotos.

Llego el momento!: cara a cara. Miedo. El hombre de la cresta negra entra por la puerta riéndose como un nene, me dice: "hola, como estas? No te reconocí". Se sienta en una silla negra de plástico, pongo un teleobjetivo, lo miro por el visor de la cámara. Él se pone nervioso y me habla. Me pregunta: "ud. Señorita es judía?". 
(Arrancamos la nota)

Le respondo: "no"... solo pienso que en 5 segundos, se va a levantar y me va a decir: no me hagas más fotos. Pienso: tengo que actuar rápido y tener la foto para tapa y para apertura. 

Arranca el periodista con las preguntas. El hombre de la cresta dice: "yo miro 16 hs de tv satelital por día". "Este es el único país con sensación termina".... "Este país cumple 200 años e invitan a cantar a "mi unicornio azul....", que tiene que ver con la argentina? (se auto pregunta), así va largando una a una frases deshilachadas.

La bestia del rock es una mueca, sus manos están hinchadas, sus uñas mordidas. "Ud. Fuma marihuana", me pregunta. "Ud. no fuma marihuana por que cree que todos los que fuman marihuana hacen aritos". Me mira fijo a los ojos, esta cada vez mas cerca, las pupilas dilatadas, mirada fuerte... "Señorita, usted sabe que las tetas no están para poner la pija?. Son para dar de mamar", mientras hace la mímica de sostener un bebe y acunarlo entre sus brazos.

(Ya es suficiente, pienso).

Final: aparecen dos guitarristas de tango. La bestia del rock, canta un "tango prohibido", casi al borde del llanto.

Terminamos. Me dice: "chau rusita". Le digo: "te acordás de mi?" (hace unos años le hice unas fotos y el me decía todo el tiempo: "rusita" "rusita"). Hace su mueca torcida en forma de risa y me dice: "claro que me acuerdo".